Estudió Humanidades en Compostela y llegó a dominar lenguas clásicas, francés, inglés e italiano. A lo largo de su vida desempeñó diversos cargos en A Coruña como regidor bienal (1763), capitán de la Milicia Urbana (1764), primer vocal de la Junta Nacional de Caminos (1782) y comisario del Consulado (1785). En Santiago también desempeñó el puesto de regidor perpetuo (1766) y representante en las Juntas del Reino en 1769 e 1781.
Con veinte años presentó como discurso de ingreso en la Academia de la Historia una Disertación geográfica histórica sobre cuál hubiese sido el antiguo asiento de la ciudad Límica o Lémica, señalada por patria de Dacio en el prólogo de su Cronicón. De sus trabajos científicos destaca fundamentalmente el Mapa corográfico de la antigua Galicia, así como numerosos informes, proyectos y monografías sobre agricultura, minería, pesca, educación, geografía e historia natural. Desde el punto de vista lingüístico-literario, dejó un soneto titulado "A Filida", que está considerado como una gran pieza de nuestra literatura por su forma y sensibilidad. Su obra quedó prácticamente inédita y alguna parte perdida.
En 1765 fundó la Academia de Agricultura de Galicia y unos años después participó en la creación de la Sociedad Económica de Santiago y de la Sociedad en Lugo.