Antonio Fernández era todavía un niño se trasladó con sus padres a Cacabelos, donde aprendió la lengua gallega. Con diecisiete años ingresó en el Colegio de Distinguidos de Valladolid después de terminar sus estudios de Filosofía en el Seminario de Astorga. En 1868 participó como teniente coronel en el levantamiento que derrocó a Isabel II. En 1870 fue nombrado gobernador militar de Toledo y sale elegido diputado por el distrito de Villafranca del Bierzo en las filas del Partido Radical.
En 1847, conoció al filólogo Mariano Cubí y Soler, que le convenció para que compusiese algunos poemas en berciano. De ahí surgió el libro Ensayos poéticos en dialecto berciano (León, 1861) compuesto por dieciséis poemas, una introducción de Cubí y otra del poeta y cuatro poemas en alabanza al autor. Excepto el poema titulado "Cuento satírico", todos los demás están íntegramente escritos en berciano.