Se instaló en A Coruña en 1857, donde vivió hasta su muerte. Abrió una librería y posteriormente una imprenta, en la que trabajó como tipógrafo imprimiendo folletos y programas de entidades culturales y artísticas de Galicia. Fundó y dirigió El Telegrama, uno de los primeros periódicos coruñeses. Fue perseguido por sus ideas republicanas y, tras ser detenido en 1867, fue confinado en el castillo de San Antón. Un año más tarde, fue liberado tras el derrocamiento de Isabel II.