Fue sacerdote y acompañó a su tío, Sebastián Malvar, cuando fue ordenado obispo de Buenos Aires. Cuando éste fue nombrado arzobispo de Santiago, regresó a España. En 1784 fue nombrado provisor y gobernador de la Diócesis de Lugo y al año siguiente maestreescuela de su cabildo. En 1789 recibió la Gran Cruz de Carlos III y dos años más tarde, en 1791, ocupó el cargo de sumiller supernumerario y oratorio en Madrid y le fue concedido el priorato de O Sar por el rey. Ese año entró a formar parte del Consejo de Castilla. En 1792 fue designado secretario de Estado, secretario del Despacho de Gracia y Justicia, y en 1794 consejero de Estado. Fue perseguido y huyó a Francia, regresando poco tiempo después. En 1811 fue detenido en Galicia y encerrado en San Antón (A Coruña). Antes de su fallecimiento, legó su biblioteca y su colección de tapices al Cabildo de Santiago.