Pertenecía a una familia de escultores y arquitectos. En Santiago trabajó con Casas y Novoa y Simón Rodríguez. Fue uno de los grandes retablistas de Galicia.
Junto con Alfonsín, un escultor gallego, dio las trazas y el trabajo para los órganos de los lados del Altar Mayor de la catedral de Santiago de Compostela. Uno de sus primeros trabajos fue la realización de los órganos de la catedral de Santiago. También realizó dentro de la catedral el retablo de la Soledad (1704) y los tornasoles de los púlpitos. Después realizó los retablos mayores de la capilla de la Tercera Orden, de las Iglesias de Santa Salomé y del Pilar, de la colegiata de Iria Flavia, del Santuario de Muxía y de la capilla del Cristo de Fisterra. En 1727 colaboró en el retablo mayor de la Iglesia de la Universidad. Tres años más tarde, trabajó en el retablo mayor de San Martín Pinario, bajo la dirección de Fernando de Casas. En 1736 se inauguró otra de sus obras más importantes: el Tabernáculo de la capilla de los Ojos Grandes de la catedral de Lugo, también en colaboración con Fernando de Casas.