Fue discípulo de Velázquez en Madrid y el único pintor gallego de la corte de Felipe IV.
Su primer cuadro es un "San Jerónimo". Pintó cuadros de temática religiosa pero fue principalmente pintor de cuadros de género, costumbrista, de gentes sencillas, El afilador, El sacamuelas, La Taberna, El Aceitero, La sopa de los pobres, Muchacho riendo, Gitana, Negrito moliendo chocolate, Retrato de joven con armadura, Bebedor... También realizó retratos de Felipe IV, la reina, el Conde-Duque de Olivares y otros personajes de la Corte. Sus obras están en los museos provinciales de Pontevedra y Ourense, en Caixavigo, en colecciones privadas y en museos extranjeros.