Cursó el bachillerato y Magisterio en Ourense, y en Madrid y Valladolid, alternativamente, las carreras de Derecho y Filosofía y Letras. Finalizada la Guerra Civil trabajó como profesor en colegios privados de Chantada (Lugo) y en Ourense, donde también colaboró en la revista "Posío", en la que publicaba una sección fija de biografías con el título de "Ourensanos Ilustres". Al cumplirse el primer aniversario del centenario del nacimiento de Curros Enríquez, el Centro Gallego de Buenos Aires organizó un concurso en el que fue premiado un trabajo de Alberto Vilanova. Como consecuencia de estas actividades e invitado por el Centro Orensano para dar alguna conferencia se trasladó a Buenos Aires en 1954, de donde no regresó hasta 1982. En Argentina consiguió la plaza de Lengua y Literatura Galaico-Portuguesa en la Universidad Nacional de La Plata y publicó en separata del volumen dedicado al benedictino español por esta universidad: La galleguidad del Padre Feijoó. Entre 1956-59 ocupó la cátedra de Cultura Gallega en el Centro Lucense de Buenos Aires. Contratado por la Universidad Nacional del Nordeste, regentó las cátedras de Historia Medieval y Moderna y dirigió el Instituto de Investigaciones Históricas. Fue profesor en la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca, entre los años 1965 y 1972, donde estuvo a cargo de las cátedras de Historia Medieval e Historia de España.
Publicó en prensa artículos y ensayos, tanto históricos como literarios: Vida y obra de Juan Antonio Saco y Arce; Fray Tomás de Lemos en el proceso teológico de Galileo; Ensayo bibliográfico de Teodosio Vesteiro Torres... En 1966 y editada por el Centro Gallego de Buenos Aires, salió a la luz su obra más importante: Los gallegos en la Argentina.
Fue galardonado con el Premio Nacional de Historia en 1936 por su estudio El Padre Mariana y la historiografía de su época y con el de sociología por su ensayo Joaquín Costa o el gran dolor nacional. Fue presidente de la Comisión de Cultura del Consello de Galicia.