Los primeros contactos con los instrumentos populares vienen de su niñez al lado de su padre, con el que más adelante, y siendo un chico empieza a trabajar en su casa natal. Después vienen los viajes ocasionales a Lugo para colaborar con Paulino en el taller de la Diputación, al que se incorpora de forma definitiva en el año 1975, donde trabaja hasta su jubilación en el año 2001. Durante todos estos años desarrolló una intensa labor a favor de la difusión y formación de futuros artesanos, que lo involucran con colectivos de minusválidos, colegios y personas individuales de diferentes lugares, Francisco Luengo (director da Capela Compostelana y artesano) y Manuel Brañas (director del taller de la Diputación de Ourense) son buenos ejemplos. Paralelamente, estudia solfeo en al conservatorio de Lugo y zanfona con Xosé Luís Ribas Cruz. Su afán de superación hace de él verdadero motor de este taller que supo adaptarse a las necesidades y demandas que trajo consigo la revalorización de la cultura tradicional de finales de los 70. Suya es la idea de un cambio tecnológico importantísimo en la zanfona, el sistema desmontable de su rueda, instrumentos que son especialmente apreciados por su riqueza en harmónicos. Ocasionalmente ha participado en grabaciones y pequeñas muestras musicales junto a Miro Casavella y Luciano Pérez.