Su interés por el galleguismo hizo que abandonase su trabajo como viajante. Ya en 1918 participa en la asamblea nacionalista de Lugo. Posteriormente participa en las Irmandades da Fala y funda el Partido Galeguista, siendo miembro del consejo ejecutivo. Colaboró con el periódico A Nosa Terra y llegó a ser su director. Cuando se produjo el levantamiento del 18 de julio fue condenado a muerte y fusilado en 1936.
A pesar de su corta vida, Víctor Casas fue una figura clave del galleguismo. Escribió varios artículos de carácter periodístico, que no llegaron a publicarse.