Sinesio Fraga Vila


Fecha de Nacimiento: 31 de marzo de 1891
Lugar de Nacimiento: Santa Marta de Ortigueira (A Coruña)
 Currículum

Cuando todavía era muy joven tuvo que emigrar a Cuba, un camino que, como muchos otros contemporáneos suyos, inició pensando en su retorno.

Desde su llegada a la isla, fijó su residencia en la Habana, donde le fue fácil impregnarse de los elementos culturales más característicos de la sociedad cubana. Allí también inició sus estudios musicales, sumergiéndose en los ritmos caribeños de los que al poco tiempo se convertiría en uno de sus más destacados representantes, llegando, incluso, a incorporarle nuevas influencias.

Entró a formar parte en la Banda de Música del Estado Mayor del Ejército Constitucional, en donde puso en evidencia su talento, a la vez que fue ampliando sus conocimientos por medio de la práctica de diversos instrumentos y de ensayar sus habilidades para la composición. Este aprendizaje vocacional, unido a su afán por cultivarse en todo tipo de cuestiones relativas a la música le aportó una mayor proyección, si cabe, en los ambientes en que se movía, consiguiendo ser muy alabado por los más prestigiosos autores e intérpretes de la época.

Así pues, el primer cuarto del siglo XX lo empleó Sinesio en su propia formación. Este fue el momento en el que la música cubana emprendía el camino que le otorgaría una identidad propia dentro de la música internacional, quedando muy marcada por los ritmos de las culturas instaladas en la isla que la diferenciarían claramente de todas las otras músicas conocidas. Sinesio Fraga asumiría esas líneas maestras como propias haciendo que evolucionasen, a la vez que el mismo se perfeccionaba como autor y crítico, lo que le dio renombre y una fama muy merecida, llegando a firmar obras singulares como Sonatas de Suevia, con la que conseguiría un gran eco popular en toda la isla.

Sinesio no sólo se dedicó a componer sino que también fue requerido por diversos medios de comunicación gallegos para publicar en sus páginas artículos críticos sobre música y teatro. Entre las revistas y periódicos que más textos le publicaron estuvieron Cultura Gallega, Galicia o Eco de Galicia. En ellos expuso sus comentarios sobre obras tan importantes como el Himno Gallego de Pascual Veiga, así como sobre otras composiciones que se fueron presentando. A esto hay que añadir otras colaboraciones o textos de homenaje a Pascual Veiga, José Castro González Chané, al que él definía como o maestriño, o Ricardo Fuertes. En la revista Cultura Gallega, hace, además, referencia a algunas formaciones musicales o músico corales, y a músicos cubanos y gallegos que dirigieron corales y orquestas en el Centro Gallego o en otras sociedades de la emigración.

Sinesio Fraga dirigió una banda de música que alternaba historias o situaciones escritas por el mismo con escenificaciones preparadas por un dueto dramático con la ejecución del repertorio musical.

Su importancia como crítico fue tal que cuando él calificaba positivamente una obra o una actuación musical, su valoración ya era considerada en sí misma como un galardón, pues le procuraba una difusión entre el público muy notable. Su interés por la crítica teatral le guió incluso a escribir dos obras que quedaron inéditas: Marcelo y La Musa, junto con otra: Pensamientos, en la que recoge algunas meditaciones personales.

En el mes de abril de 1936, Sinesio anunció, en el primer número de la revista Cultura Gallega, la publicación de su método de solfeo y teoría musical, Teoría Elemental de la Música. Esta obra fue muy bien acogida por la crítica, convirtiéndose pronto en uno de los textos de referencia de los centros de enseñanza musical de Cuba. Su mérito fue destacado por insignes personalidades como: Pedro Sanjuán, director de la Orquesta Filarmónica; Benjamín Orbón, director de centros de enseñanza musical; Gonzalo Roig, fundador y director de la Orquesta Sinfónica; Amadeo Roldán, uno de los más destacados compositores cubanos, o María Muñoz de Quevedo, fundadora de la Sociedad Coral de La Habana, la verdadera iniciadora de la música coral en Cuba, entre muchos otros.

En sus años de juventud, Sinesio mantuvo contactos con algunos de los miembros más activos y relevantes de la política independentista gallega en La Habana, llegándose a implicar en algunas de sus organizaciones Uno de los grupos en los que participó como activista fue Xuntanza Nacionalista Gallega d´Habana. Esta formación había sido creada por Fuco Gómez, quien ya había contribuido a la constitución de los primeros grupos nacionalistas gallegos en Cuba como Irmandade Galega da Habana, en 1917, liderada por Julio Sigüenza, o el Partido Autonomista Galego, formalizado dos años después.

El 20 de junio de 1920, Fuco, Andrés Orjales, Sinesio Fraga y otros jóvenes nacionalistas establecieron Xuntanza Nacionalista Gallega d´Habana, y, como no podía ser de otro modo en esa época, crearon Nós un órgano periodístico para la difusión de sus ideas. El periódico estaba escrito íntegramente en gallego, y en cada editorial reivindicaba la identidad histórica de Galicia como nación y proclamaba el derecho a su independencia. Contaba con una sección llamada Novas da Causa, en la que se exponían las actividades promovidas por Xuntanza en Galicia y Cuba. No obstante, también ejercía de foco cultural al tratar de fomentar la literatura y la lengua gallega. Entre sus colaboradores más destacados estuvieron: Andrés Rodríguez Orjales, Tomás Rodríguez Sabio, Camilo Díaz Seoane, Sinesio Fraga o Xosé Arias Portela.

La cabecera se mantuvo poco tiempo en la calle ya que, tras los primeros ocho números, Fuco decidió cambiarla por la de Tierra Gallega al año siguiente, subtitulándola como Órgano da Xuntanza Nacionalista Galega d’Habana e paladín do honor da Raza Céltiga. En sus inicios, se encargó de dirigirla Francisco Gómez Gómez, de Becerreá, pasando después a hacerse cargo de ella el propio Sinesio que sería su redactor jefe entre los años 1921 y 1922.

A pesar de que Xuntanza Nacionalista contó con un grupo numeroso de afiliados, sus esfuerzos por poner en práctica sus ideas no fueron nunca demasiado evidentes debido a la falta de un líder que aunase las diferentes corrientes ideológicas que latían en su núcleo, lo que la llevó a su extinción que en 1925.

Sinesio Fraga falleció en La Habana en la medianoche del 28 de marzo de 1951.

 

Texto facilitado por José Manuel Suárez Sandomingo.