Pertenecía a una familia rica de Galicia, emparentada con los reyes de León. Pasó su adolescencia en Mondoñedo, al lado de su tío el Obispo Sabarico II, donde se formó. Fue prior del monasterio de Portomarín. Al morir su tío en el año 925 fue elegido para sustituirle e inició una campaña de recuperación de fieles y bienes. Bajo su mandato se reconstruyeron varias iglesias y monasterios. Fundó un monasterio en Vilar (San Salvador de Celanova) por deseo de Cristo, a través de una revelación en el año 934. En el año 946 ocupa el puesto de abad y en el año 955 renuncia al obispado mindoniense e ingresa en el convento de Vilar. Casi al mismo tiempo Ordoño III le nombró virrey de Galicia. En el año 968 es nombrado obispo de Iria. Asistió al Concilio de León (974) y después abandonó la sede y se retiró a Celanova.