Cuando contaba quince años de edad, ingresó en el convento benedictino de San Martiño Pinario. Tras la decisión del gobierno español de desalojar los conventos, se trasladó a Nápoles, donde fue ordenado sacerdote en 1839. En 1845 fue destinado como misionero a la nueva diócesis de Perth, en el sur de Australia. Fundó la colonia de Nueva Nursia, en la que se dedicó a enseñar la doctrina cristiana a los indígenas australianos. Durante un tiempo tuvo que abandonar la colonia australiana por una decisión del Papa Pío IX que lo nombró obispo de Puerto Victoria, un nuevo asentamiento de los ingleses en el norte de Australia. Una vez que los británicos se retiraron de aquel lugar, pudo regresar a Nueva Nursia.