Cuando tenía 17 años fichó por el equipo Alfonso XIII de Vilagarcía de Arousa. El 6 de marzo de 1918 el rey Alfonso XIII le concedía al club el título de Real. Debutó el día 26 de mayo de 1918 contra el Vilagarcía SC, ganando el Alfonso XIII por dos a cero. Después de hacer el servicio militar en África, fichó por el Hispanoamérica de Cuba y después de poco tiempo pasó a ser seleccionado por el equipo nacional cubano. A causa de una lesión, se tuvo que retirar de la práctica activa del fútbol y fue nombrado entrenador del Deportivo Centro Gallego de la Habana y más tarde seleccionador de Cuba, donde ganó las Olimpiadas de Centroamérica. Al cabo de nueve años regresó a Galicia y se convirtió en el entrenador del Club Vilagarcía y del equipo femenino de hockey. En 1940 se trasladó a Madrid por motivos de trabajo, aunque siguió entrenando (llegó a entrenar el Castilla, el filial del Real Madrid).