Manuel Barreiro Álvarez


Categoría: Aviador
Fecha de Nacimiento: 23 de octubre de 1880 (†13 de julio de 1940)
Lugar de Nacimiento: Baiona
 Currículum

Hijo de Manuel Barreiro Figueroa, un acaudalado propietario, y de Juana Álvarez de Blas, fue uno de los primeros alumnos que cursaron sus estudios en el Colegio de los Padres Jesuitas de Camposancos en La Guardia. De la promoción de 1896 de este colegio destacó como un brillante alumno. El 1 de agosto de 1898, con 18 años cumplidos, ingresó en la academia de ingenieros. En 1905, año en que termina sus estudios, es ascendido a primer teniente de ingenieros y destinado al sexto regimiento mixto de Valladolid. En esta ciudad llegó a ejercer, de forma accidental, el mando de la Cuarta Compañía de Zapadores. En 1906, es destinado a la isla de Mallorca para hacerse cargo de la naciente red de telefonía de la ciudad de Palma. En agosto de 1909, se traslada a Madrid para asistir a un curso de telegrafía que termina en diciembre de ese mismo año y que le sirvió para ampliar sus estudios en el sector de las telecomunicaciones. El 30 de octubre de 1911 es ascendido al rango de capitán de ingenieros, reincorporándose, el 20 de noviembre de 1912, al sexto regimiento mixto de ingenieros de Valladolid. En 1913 vuelve a ser destinado a Mallorca, en este caso a la Comandancia, en la que tendría bajo su responsabilidad la Compañía de Telégrafos. El 1 de mayo de 1913 es designado junto con otros veinte oficiales para efectuar unas prácticas de observación y ascensión en globo en Cuatrovientos. Este sería un año fundamental para la vida del militar pues, al poco tiempo de estas prácticas, se incorpora para volar como pasajero. A la finalización de estas prácticas es declarado apto "para ingresar cuando la capacidad de la escuela lo permita". El 26 de agosto de 1913 es requerido en Cuatrovientos por el Servicio de Aeronáutica Militar para ser instruido como piloto militar de aeroplano. Realizó su primer vuelo en un biplano "Maurice Farman" entre Alcalá de Henares y Cuatrovientos. Es nombrado piloto aviador militar de 2ª categoría el 6 de octubre de 1913. Formaba parte de la cuarta promoción. El 18 de octubre de 1913 se recibe en Cuatrovientos un telegrama del Ministerio de la Guerra que ordenaba formar una escuadrilla para colaborar con el ejército de África en las operaciones que se desarrollarían en Tetuán. El 22 de ese mes parten rumbo a Marruecos los primeros aviadores españoles. Esta escuadrilla estaba dotada de ocho aeroplanos y cuatro más de repuesto: cuatro “Farman” de 70 Hp; cuatro “Lohner” de 90 Hp y cuatro “Nieuport” de 50 Hp. Los hombres y aparatos que la componían formaban las primeras fuerzas aéreas que participarían en la Campaña de África. La escuadrilla estableció su aeródromo en el campamento de Adir en Tetuán. El 2 de noviembre realizan su primer vuelo y el 5 de noviembre de 1913 efectúan el primer bombardeo de la historia mundial sobre posiciones rifeñas. En Tetuán, el militar bayonés muy pronto comenzó a participar en misiones de guerra como observador de aviación, cubriendo de esta manera 70 vuelos. Posteriormente, como piloto, realizó 25 vuelos con una duración de 2 horas, que quedarían escritas como las primeras horas de vuelo militar en acción de guerra, ya que estos vuelos siempre fueron hostilizados por el enemigo. Estas operaciones de reconocimiento aéreo sobre la misma línea del frente, realizadas entre octubre y noviembre de 1913, exponían a los aviadores a grandes riesgos, dada la vulnerabilidad de los aviones de la época. Debe tenerse en cuenta que los primeros vuelos rara vez excedían una altitud de 200 metros, alcanzaban velocidades de 75-80 kilómetros hora y podía durar 15 minutos más o menos. El 19 de noviembre de 1913, en el aeródromo de Adir, los biplanos “Farman” encendían sus motores anunciando los próximos vuelos. Al primero de los aparatos se dirigen el teniente Ríos y el capitán Barreiro, que hacía funciones de observador. Los dos aviadores han recibido del jefe de aviación del campo la orden de realizar un vuelo de reconocimiento sobre el monte Cónico para comprobar los datos de otro reconocimiento previo. Tras despegar, se dirige a Alucien y sobrevuelan el Valle del Jemis y el Monte Cónico en Tetuán, pero el tiempo cambia, apareciendo nubes, y se vieron obligados a descender para conseguir orientarse y seguir con su misión. Como vuelan a muy baja altura son tiroteados. Barreiro y Ríos son heridos y tienen que volver urgentemente a su base, pues es difícil controlar el avión por las heridas. Malheridos aprovechan la disposición favorable de los alrededores del poblado enemigo de Zuintin para tomar tierra pero los rifeños, que creían que el aparato estaba inutilizado, intentaron que no fuera retirado por las tropas españolas. Para ello dispusieron en las cercanías del aparato tiradores que intentaban hacer blanco sobre el mismo. Ante esta situación de acoso constante y la imposibilidad de ser auxiliados, los aviadores vuelven a poner el avión en marcha para finalmente tomar tierra cerca del campamento general en Tetuán. Barreiro y Ríos tuvieron el peligroso privilegio de ser los primeros aviadores, no ya de España sino del mundo, heridos en acción de guerra. Esta gesta tuvo amplio eco en todo el mundo occidental, pues se trató de una de las primeras acciones de guerra de la aviación en la historia, ya que con anterioridad la aviación prácticamente no había sido utilizada con fines bélicos. Pocos meses después, el 28 de julio de 1914, la Primera Guerra Mundial estaba declarada y en ella ya fueron habituales los combates aéreos protagonizados por artesanales biplanos de madera y tela. El Rey de España decide premiar la hazaña y asciende a los pilotos. Igualmente fueron felicitados por telegrama desde el Marruecos francés por el general Liautey. Les fue concedida la Cruz de 1ª Clase de Mª Cristina por Real Orden el 19 de diciembre de 1913. Ese mismo día, Manuel Barreiro es ascendido a comandante a la vez que pasaba a la situación de reemplazo por herido a la 8ª Región Militar. Así permaneció hasta 1918, año en que ingresó en el cuerpo general de inválidos. En 1920 es ascendido a teniente coronel, en 1928 a coronel y en 1931 a general de brigada, ya en situación de segunda reserva. De todos los reconocimientos recibidos por Manuel Barreiro, el más importante, con mucho, fue la imposición de la Cruz Laureada de San Fernando en abril de 1922. Manuel y su compañero Ríos fueron los primeros aviadores españoles en recibir esta condecoración. Después de la ceremonia y del desfile de las tropas se celebró un banquete en honor del insigne piloto. Al poco tiempo se celebró otra ceremonia en la villa de Baiona, la patria “chica” de nuestro pionero de la aviación.

 Obras realizadas

IMPORTANCIA DEL VUELO DE BARREIRO:
Para situar la importancia de los vuelos de Manuel Barreiro Álvarez en octubre-noviembre de 1913 se debe recordar que el primer vuelo a motor fue el 17 de diciembre de 1903, solo diez años antes de que Manuel Barreiro realizara el suyo.

 Otros datos de interés

BIBLIOGRAFÍA SOBRE EL TEMA:
Manuel Barreiro es citado por José Espinosa Rodríguez en su libro “Casas y Cosas del Valle Miñor”; por Ulpiano Nogueira y José de Santiago en su “Bayona Antigua y Moderna”. Igualmente es citado en el libro “Historia de la Aeronáutica Española” de José Goma Orduña que fue publicado en 1946, así como en las revistas “España en sus héroes” y “Aeronáutica, Astronáutica” (Núm. 547 julio 1986). Por último, Héctor Barreiro Troncoso, cronista oficial de la Villa de Baiona, cita al aviador Barreiro en un documento inédito de 1989 titulado “Bayoneses Ilustres. Sucinta Biografía de algunos de ellos”. El autor de este artículo ya publicó un artículo, más breve que el actual, íntegramente dedicado al aviador miñorano que fue publicado en la Voz de Galicia el 23 de junio de 1995: “Manuel Barreiro, primer piloto de aviación herido en Combate”. También aparece en el libro "Crónicas y Estampas de Baiona la Real" de Salvador Fernández de la Cigoña Fraga.