Manuel Álvarez emigró a Puerto Rico y, tras prosperar en los negocios, regresó a su villa natal con veintinueve años, donde participó activamente en el movimiento sociocultural y político de la época.
Escribió varias obras de teatro (¡Mientras haya flores!, La tertulia de Rolán, Siempre huérfana, etc.) y artículos en prosa (El Tecla, etc.). También colaboró en varias publicaciones (Heraldo Guardés, Vida Gallega, La Integridad, Nuevo Heraldo, La Revista de las Antillas...) y participó en la creación del Recreo Artístico Guardés y de la Sociedad Pro-Monte de Santa Tecla.
Fue alcalde de A Guarda en dos ocasiones. En 1982, le dedicaron la Avenida de Circunvalación que pasó a llamarse calle Alcalde Manuel Álvarez.