Estudió el bachillerato en Tapia de Casariego (Asturias) y se licenció en Ciencias Naturales en Madrid. Colaboró en la publicación Madrid Científico desde que se fundó en 1894 y en las revistas Arte y Letras y Actividades.
Luchó fervientemente por potenciar a las Islas Canarias desde el punto de vista científico, propugnando la creación de una facultad de Ciencias Naturales en Tenerife.