Currículum

Después de estudiar el bachillerato en su ciudad natal, cursó la carrera de Ciencias Químicas en la Universidad de Salamanca, que inició en 1902, y se doctoró en la de Madrid con matrícula de honor en todas las materias y premio extraordinario. En Salamanca fue becario del Colegio Mayor de Santiago y de la Fundación Santiago Apóstolo, también de la Universidad salmantina, que lo becó en 1907 para completar sus estudios en el Instituto Pasteur de París. Después de doctorarse fue pensionado en 1912 para trabajar con el profesor Schmidlin en el Instituto Politécnico de Zürich. En 1914 ganó la cátedra de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, en la que pasó el resto de su vida dedicado a la docencia y a la investigación, en la que llegó a ser una institución científica. Presidió la sección local de la Real Sociedad Española de Física y Química, representó al distrito de Granada en el Centro Superior de Investigaciones Científicas, fue decano y propulsor-creador de la Facultad de Ciencias de Granada y también le dedicó muchas horas al empeño de descubrir el impacto que la ciencia genera en la sociedad.

La  primera publicación del doctor Gonzalo Gallas, probablemente a continuación de su tésis de doctorado, la firmó en Salamanca y la publicó en 1914 en los Anales de Química, agradeciendo la ayuda a su maestro Schmidlin, al que le reconocía ser el iniciador del trabajo. Estudió la síntesis de los derivados del fluoreno y del bifenileteno, por la importancia industrial que tenían los colorantes que derivaban de ellos. El trabajo se realizó en Salamanca en unas condiciones muy precarias ya que no podía analizar «C» e «H» por carecer de horno de combustión, y sólo pudo ofrecer el análisis del «N» por el método de Kjeldah, que revaloriza el mérito del trabajo y acredita su vocación investigadora.

Su posterior trabajo de investigación en la Universidad de Granada fue muy arrítmico. En su vida académica publicó 11 trabajos, más otros 3 firmados en solitario por el Dr. E. Navarro, en el año 1926, pero en los que el autor reconoce la inspiración y la ayuda material e intelectual del profesor Gallas. Toda su obra está publicada en castellano en los Anales de Química, excepto el primer trabajo, que se publicó también en el Journal Chernical Society, en 1914. Las líneas de investigación que cultivó fueron: sobre xantoxenatos como reactivos de aldehidos y algunos derivados nitrados y nitrosados, con E. Navarro, (3 trabajos, año 1.926); síntesis de policetonas utilizando carbonilos metálicos actuando sobre derivados halogenados con átomos de halógeno lábiles, con A. Alonso (3 trabajos en los años 29 y 30); con Xosé María Montañés del Olmo investigó sobre derivados del Pineno (1 trabajo en 1930); oxidación de nitrobencilaminas con V. Martín Vivaldi y P. Moreno (1 trabajo en 1931); condensación de naftilamina con derivados oxálicos, con G. Bermúdez (1937); sobre los productos de reacción del óxido de mesitilo con desemejantes aminas, para tratar de obtener compuestos en función mixta con posibles aplicaciones farmacológicas, en colaboración con Francisco García González (1932); su última investigación la realizó en colaboración con Manuel de la Morena sobre la formación, reactividad y utilidad de derivados del nitrilo (3 trabajos en los años 1954 y 1955).

Los trabajos de investigación publicados son, por lo general, memorias amplísimas que parecen corresponder a los resuúmes de las tésis de doctorado que presentaban los alumnos. Así, el trabajo publicado con el profesor Montañés, sobre derivados del pineno, constituye un completísimo estudio de 50 páginas.

Desde su cátedra, antes de la guerra, el profesor Gallas creó una importante escuela de investigadores. Muchos de ellos fueron profesores de la Universidad española en las décadas de los 40 y 50, destacando con luz propia los profesores Francisco García González en la Universidad de Sevilla y Xosé María Montañés del Olmo en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago.

A partir de 1931, a raíz de su nombramiento como Decano, rigió durante más de 20 años los destinos de la Facultad de Ciencias granadina, que culminó con la construcción de una nueva Facultad de Ciencias, por lo que en el acto inaugural le fue impuesta la medalla de Alfonso X el Sabio.