Fue la figura más importante del Barroco gallego de la última mitad del siglo XVII. Estudió Artes en Santiago de Compostela.
Inició, en 1681, un baldaquino para el altar de la Capilla del Santo Cristo de la catedral de Ourense. Ese mismo año realizó un retablo para la Capilla Mayor de la iglesia de las monjas de Santa María la Nova (Lugo). Comenzó a trabajar en la catedral de Santiago en 1662 en las obras del Tabernáculo de la basílica compostelana bajo la dirección de José de la Vega y Verdugo, al que sucedió en 1676. Además de terminar el Tabernáculo de la catedral de Santiago de Compostela, realizó los altares del convento de Santa Clara y del de Santo Domingo. Su obra más importante fue la Torre del Reloj de la catedral de Santiago, que sirvió de modelo a otras torres eclesiásticas gallegas. Algunas de sus obras fueron acabadas por Casas y Novoa, por ejemplo: la Capilla del Pilar de la basílica compostelana y la Casa de la Conga. Sus obras más importantes en el ámbito civil son: la Casa de las Pomas, la Casa de la Parra y de la Conga, la Hospedería del Colegio de Fonseca y la Casa de la Carnicería. Como escultor funerario, se le atribuyen dos sepulcros que hay en la Obra Pía de Melide: uno de Mateo Segado Bugucero, arzobispo de Méjico y otro de Antonio Varela de Segade. En Lugo realizó la sacristía y la sala capitular de la catedral de Lugo.