A la edad de 8 años sufre un accidente que le amputa ambas manos, hecho que marcará tanto su existencia como su propia obra.
Realiza estudios de Arte en Madrid, Lugo y A Coruña.
Expone con regularidad a partir de los años 80 y colabora ilustrador en algunas publicaciones.
A finales de los ochenta inicia un proyecto que le ocupará varios años y que consiste en la creación de un espacio personal, realizado con materiales de desecho en la mayor parte y ubicado en las proximidades de la playa de las Catedrales.
Albergará vivienda, taller y una exposición permanente.
Su obra se caracteriza por la utilización de una figuración con tintes surrealistas, en la que las manos son sus protagonistas. Se le rinde un culto especial a la línea en detrimento del color. Es de destacar el uso de técnicas no habituales como el pirograbado o las “boligrafías” (grafías hechas a bolígrafo).
Su última exposición fue una retrospectiva, titulada “Arredor do debuxo”, en el Museo Provincial de Lugo.