Ángel Romero dirigió varias bandas y coros. Tras exiliarse en Buenos Aires estuvo vinculado a corales de la comunidad gallega y compuso algunas piezas que tuvieron gran éxito.
Su pieza más importante fue “A Rianxeira”, que dedicó a su villa natal. La pieza se estrenó en la Coral del Centro Gallego de Buenos Aires y fue grabada en 1950 en un disco de la compañía RCA-Víctor. Ángel Romero compuso otras obras, entre las que destacan “Bicos do Mar”, “Pola Punta da Fincheira”, “Gaivotiña Voadora” y “Da Lusada”.
Fue nombrado “hijo predilecto” de Rianxo a título póstumo.