Estudió Filosofía en el convento franciscano de San Antonio en A Poboa do Caramiñal y en 1796 ingresó en el Colegio de Fonseca en Santiago, donde ocupó el cargo de rector.
Su labor como orador sagrado quedó impresa en las siguientes publicaciones: Oración fúnebre (1798), El Abrahan de la ley de gracia. Panegírico del Apóstol y Patrón de las Españas... (1807), El Duque Santo. Panegírico de San Francisco de Borja... (1807), Oración eucarística, predicada en la iglesia mayor de San Julián del Ferrol... (1808), Oración fúnebre por el doctor D. José Severo López (1808), Felipe Peláez Caunedo, obispo y señor de Lugo (1811) y Oración eucarística predicada en [...] la Santa Iglesia Catedral de La ciudad de Lugo [...] por la libertad y feliz restablecimiento de S.M. el Sr. D. Fernando VII en el trono de sus mayores (1814).
Pertenecía a la Academia de la Historia desde 1802 y fue caballero de la Real Orden de Carlos III. En su testamento dejó la mayor parte de su fortuna para los pobres y el Hospital de la Caridad de Ferrol. Además, también dejó donativos para El Escorial, la catedral de Ourense, la Academia de Bellas Artes, etc.