Emigró a Buenos Aires con 16 años, trabajó como empleado de un comercio y en 1870 ingresó en el cuartel de los vigilantes-bomberos (en 1873 Cuerpo de Bomberos) del que llegó a ser primer jefe en 1881. En 1890 luchó en defensa del Gobierno durante la "Revolución de julio", por lo que fue nombrado coronel del ejército.
Escribió varias obras especializadas sobre los incendios y su prevención, como por ejemplo Materiales para incendios. También elaboró el plan de defensa contra incendios de Buenos Aires.
Puso en marcha una escuela oficial de bomberos y creó una escuela para acabar con el analfabetismo en el cuerpo. Fue nombrado miembro honorífico de cuerpos de bomberos de varios países, recibió muchas distinciones, destacando la "Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica" y representó a Argentina en congresos internacionales de maniobras para bomberos (París y Turín).