José Antonio López Graña


Fecha de Nacimiento: 16 de mayo de 1926 († 12 de enero de 2017)
Lugar de Nacimiento: San Martín de Lúa, Pol (Lugo)

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 Currículum

Fue el primero de los cuatro hijos que tuvieron el maestro de aquel pueblo, D. José Ramón López, y su esposa, Ramona Graña. Aprobó el ingreso en el Bachillerato de Lugo a comienzos de junio de 1936, cursando por libre, -en la Escuela de su padre-, los tres primeros años y los cuatro siguientes por Oficial, en la ciudad lucense. Después de hacer la reválida, estudió Derecho en la Facultad de la USC, con Dispensa de Escolaridad, y residiendo en aquella ciudad entre marzo o abril de cada curso, hasta licenciarse en 1949, volviendo a ella al incorporarse al Ejército en octubre siguiente para cumplir los seis meses de la Milicia Universitaria.

Se dio de alta como abogado en agosto de 1951 y residió -soltero hasta 1958 y casado con Amalita Cedrón desde septiembre de aquel año- en la villa de A Fonsagrada hasta la primavera de 1963. Enamorado de la inteligencia, de la generosidad, de la simpatía, del humor de las gentes de la villa, del Ayuntamiento y del Partido. Tanto que siguió yendo desde Lugo, donde había fijado su residencia, muchos fines de semana hasta 1991. Aún hoy es el miembro nº 1 de la Sociedad de Caza y Pesca, que ayudó a fundar hacia 1973, con el Coto Privado de Caza nº2 de la provincia. (La caza era el deporte rey de la comarca en otoño e invierno, seguido de la pesca en la primavera y del tiro al plato en verano).

Proclamado –por el artículo 29, como recordaban entonces, de la Ley Electoral de 1908-, Decano del ICA Provincial al fallecer en el año 2000 el que era entonces, D. José Núñez Torrón, con quien estaba de Vicedecano. Estuvo en el cargo diez años, cuatro de ellos (lo máximo) presidiendo el Consejo de la Abogacía Gallega, cargo que dejó a finales del año 2010; no se presentó (tenía 84 años) y fue elegido el actual D. José Félix Mondelo Santos.

Con despacho individual, se dedicó exclusivamente a la abogacía, subrayando de ella la dureza, la lucha, el trabajo (siempre hecho para la crítica de los compañeros y la censura de los jueces), la soledad... En cambio, del Decanato recuerda las discusiones francas con los compañeros de la Junta de Gobierno; el esfuerzo de todos es cada uno de ellos, en sus Comisiones; la comprensión de todo el Ica en las Asambleas. Del CAG, la amistad y el talento, la elegancia de los otros seis Decanos y su fina ironía. De los Consejos Generales de la Abogacía, la facilidad de la relación; la “piña” de los catalanes; el predominio de ciertos núcleos ante algunas Ponencias, el poco caso que los parlamentarios hacían de las propuestas de la Comisión de Estudios… (de la que formaba parte)

Puntualmente, colaboró en la elaboración de Libro Blanco de la Justicia de Galicia de 2008; en la Mesa Redonda del 12 de julio de 2006 en la Escuela de Verano del Poder Judicial, criticando la falta de respeto de los oyentes, con los abogados; en el Congreso de Derecho Civil de Galicia, gracias al cual se incorporó a la LDCG la figura de los Montes Abertáis... En lo demás, sólo dice que cumplió con sus obligaciones. Y ahí sigue trabajando, casi a los sesenta y dos años del comienzo.