Sus trabajos están esparcidos por toda la geografía gallega y especialmente en Santiago de Compostela. Entre sus obras más importantes destacan los faroles de la Praza do Obradoiro, las verjas del Banco Hispano-americano en la Rúa do Vilar, el farol y la verja de la casa de Joaquín Vaamonde, el farolillo del convento de San Paio, la balconada del Salón Teatro, etc.