De padre y abuelo sastre, la suya era inevitablemente una tradición de sastrería.
Después de su educación en los colegios públicos de Lalín, de su formación en el seno familiar, y de su pasión por la moda, era inevitable que su educación continuase ligada al mundo del diseño.
Florentino emprendió su carrera en Barcelona, ciudad de referencia de la moda. Allí permanece por espacio de cuatro años, donde compagina el trabajo en una fábrica de confección con la escuela de diseño. Esta dualidad, trabajo y estudios, le proporcionan una formación completa que marcaría la trayectoria de su vida en el mundo de la moda.
Su camino se vio interrumpido por tener que cumplir el servicio militar.
Antes de fundar el GRUPO FLORENTINO, Florentino Cacheda ya trabajaba en el mundo de la confección de moda masculina.
La nostalgia y fascinación que el pueblo de Lalín ejercía sobre el diseñador hacen que funde el Grupo Florentino en 1970. A partir de este momento, hablar de Florentino Cacheda sin hacer referencia al GRUPO FLORENTINO carecerá de sentido debido a la identificación tan grande que existía con este proyecto y que continúa hasta nuestros días.
Durante los primeros años de rodaje empresarial se van adquiriendo los conocimientos precisos para llegar a actuar con una verdadera mentalidad de empresa, creando esquemas de trabajo, formando a gente y preocupándose por la tecnología. Se empiezan a cuidar aspectos tan vitales en una empresa como la imagen, el posicionamiento del producto y la promoción.
A partir de 1981 se establece un nuevo concepto de moda que hace que Florentino desarrolle dos visiones diferenciadas pero coherentes del vestir, una más clásica pero renovada, y otra sport ciudad.
La década de los 80 son años de auge de las Ferias Internacionales. Florentino está presente en las mejores y más conocidas, asistiendo con stand propio a Sehm de París, Eurostyle en Nueva York, Manstyle en Toronto, Herren Mode en Colonia y Gaudí en Barcelona. El producto Florentino llega a mercados internacionales como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Países Escandinavos, Canadá y Holanda. Será en estos años cuando las relaciones comerciales con los Estados Unidos se desarrollan de una manera muy notable.
Florentino Cacheda inicia la década de los años 90 con la orientación de la creación de un Grupo Empresarial consolidado, afianzado en una posición de mercado y con solvencia suficiente para afrontar futuras ampliaciones. Es en esta época cuando se orienta la exportación hacia la Unión Europea. La apuesta fue Francia, donde hoy en día es relevante la penetración de la marca en este mercado.
A lo largo de los próximos años se consolida la estructura productiva del Grupo Florentino con la creación de dos nuevas naves dedicadas a la producción industrial, un centro logístico y de calidad, y un nuevo centro administrativo; un total de más de 30.000 m2. Toda la estructura productiva está equipada con los últimos avances y las más modernas tecnologías.
Desde la primera colección, el diseñador fue formando a su propio equipo, un conjunto de nuevos creadores que colaboran activamente en las colecciones, siempre bajo su tutela directa.
En los últimos tiempos recibió numerosos reconocimientos en sus facetas de diseñador y de empresario. Su carácter y su personalidad impulsan a la empresa en los grandes proyectos empresariales y comerciales que pone en marcha, entre los que destaca el lanzamiento de nuevos productos como respuesta a las necesidades del hombre del nuevo milenio.
En sus comienzos, Florentino invirtió en una fábrica de aproximadamente 1.700 m² en el que ahora es pleno centro de Lalín. En esta primera nave, situada en la calle Pintor Laxeiro, se fabricaron prendas hasta 1987, empleando lo que para aquel entonces era un proceso industrial con maquinaria puntera.
En 1987 se inauguró la fábrica de la Calle do Rodo. Sus más de 4.200 m² multiplicaban por 2,5 la superficie existente en la calle Pintor Laxeiro, reflejando el crecimiento experimentado por la empresa. El volumen de negocios alcanzado y la promesa de un futuro lleno de éxitos, gracias al esfuerzo de un gran equipo humano, obligó la inversión en el complejo industrial que se estrenaría en julio de ese mismo año.
La fábrica do Rodo no quedó en el olvido y sigue siendo un centro de creación. Entre otras cosas, es aquí donde el equipo de diseño y montaje de los stands, de las múltiples ferias internacionales en las que la empresa participa, desarrolla su labor.
En 1997 comienza el traslado a las nuevas instalaciones del Polígono Industrial Lalín 2000. Este nuevo complejo industrial, por su envergadura, se va construyendo por fases, hasta llegar a sus actuales 30.000 m² aproximadamente. El traslado de departamentos y personal se hizo también paulatinamente, y no será hasta 2005 cuando se consiga agrupar a toda la plantilla en este nuevo complejo.
La fábrica cuenta con la más moderna tecnología en todos los procesos de fabricación. No sólo se invirtió en tecnología para la fabricación de prendas si no que se creó un entorno de trabajo en el área de recepción y administración, reflejo de la personalidad de la empresa. Este proceso de inversión en nuevas tecnologías en todos los departamentos es continuo, reflejo de la preocupación por el trabajo bien hecho, poniendo a disposición del personal los medios necesarios para el buen funcionamiento de la empresa.
PREMIOS Y DISTINCIONES
MEDALLA CASTELAO:
La Medalla Castelao fue creada por el Gobierno Gallego en 1984 para conmemorar el retorno a Galicia de los restos de Castelao el 28 de junio de ese mismo año.
Según se reconoce en el Decreto de creación de este galardón, “a perfección, o simbolismo e a transcendencia das obras é o reflexo dun traballo conscientemente realizado con entrega e con fe na cultura, na historia e no ser dun pobo”. La Medalla Castelao, por lo tanto, distingue la obra de ciudadanos gallegos en el campo artístico, literario, doctrinal o cualquier otra faceta de la actividad humana, gallegos que deben ser guía para futuras generaciones que quieran seguir engrandeciendo la realidad de Galicia.
D. Florentino Cacheda López – Premiado con la Medalla Castelao en 1997 – entregada por el Excmo. Presidente de la Xunta de Galicia D. Manuel Fraga Iribarne.
GALLEGOS DEL MES:
Premio otorgado por el Grupo Correo Gallego a los gallegos que actuaron como firmes defensores de una tierra en la que creen y por la que luchan sin descanso a través de sus destacadas trayectorias en muy diferentes ámbitos profesionales. Los premios, que se otorgaron mes a mes, y que se entregan en una gala anual: “Premios Gallegos del Año”.
Gala de Entrega de Premios Gallegos del año 2002 – D. Florentino Cacheda López fue premiado Gallego del Mes de abril de 2002.
Gala de Entrega de Premios Gallegos del año 2006 – D. Florentino Cacheda López fue premiado Gallego del Mes de noviembre de 2005.