En 1871 se trasladó a Madrid, donde fijó su residencia y colaboró en revistas y periódicos españoles y americanos. Cuatros años más tarde regresó a su ciudad natal y se casó con el periodista Lorenzo Gómez Quintero.
Publicó la obra poética Horas de inspiración (1876), Cuadros sociales o pequeñas novelas (1878), Escenas de la vida, el libro de versos Crepusculares (1894) y los dramas Lazos rotos y De la cima al abismo.