Comenzó su formación con su padre Francisco y completó su carrera con Fernando de Casas. Fue compañero de Lucas Ferro Caaveiro. En 1745, debido a las numerosas obras que se llevaban a cabo en la catedral, Fernández Sarela es nombrado aparejador y colabora con Ferro Caaveiro en las obras de la fachada de la Azabachería.
En 1745 llevó a cabo las obras de las bóvedas de la iglesia de San Miguel dos Agros, de Santiago, en 1754 terminaba la Casa del Deán y en 1759 la del Cabildo. Fernández Sarela trabajó también en las obras de la portería del antiguo convento de Conxo.Trabajó, además, en la reconstrucción de la capilla del Santo Cristo de Conxo (1730-1737).Aunque no se dispone de documentación, se atribuye a Fernández Sarela la construcción y diseño de otras casas situadas en diferentes zonas de la ciudad de Santiago.