Carmiña Correa nace en el seno de una familia humilde formada por los padres y siete hermanos (cinco mujeres y dos hombres). Los años de la Guerra Civil y la posguerra sorprendieron a Carmiña en edad escolar. La escuela de Vilar, a donde asistía, unas veces estaba abierta y la mayoría cerrada, la de Cádavo quedaba demasiado lejos (cinco quilómetros), no obstante ella, e cuando las labores se lo permitían, no dejaba de acudir. Carmiña tenía en aquel entonces una prima en Madrid, con la que le unía una muy buena relación. En Queirogal eran muchas bocas para comer, por eso pasa largas temporadas en la capital de España. Y es así como con nueve años decide quedarse a vivir en Madrid, ya que no veía a ningún tipo de futuro en su tierra natal. Primero como empleada de hogar y más tarde como empleada en una tienda, fueron pasando los años. Un buen día, a través de la prensa, vio un anuncio donde solicitaban una chica para un laboratorio cinematográfico. Su estupenda figura y su don de gentes hicieron que el puesto a cubrir fuera para ella. Así comenzó su periplo por el cine. En el laboratorio montaba películas, hacía empalmes para las deterioradas y todo tipo de trabajo relacionado con las películas. Era un trabajo muy delicado e incluso peligroso dado el material con el que se trabajaba en aquellos años, acetatos altamente inflamables. Durante el montaje de la película de Rovira Beleta El expreso de Andalucía (1956), y del que se encargaban los laboratorios en los que trabajaba Carmiña, el propio director le ofreció un pequeño papel en la película. Pese a que le daba mucha vergüenza verse al lado de Jorge Mistral, Marisa de Leza, Carlos Casaravilla, Vicente Parra, Antonio Casas o José Luís López Vázquez, no lo pensó dos veces y aceptó el ofrecimiento. Fue su entrada en el cine.
FILMOGRAFÍA:
Historia de la feria (1957), de Rovira Beleta, El ángel está en la cumbre (1958), de Jesús Pascual, El emigrante (1958), de Sebastián Almeida, El traje de oro (1959), de Julio Coll, Altas variedades (1960), de Rovira Beleta, El inocente (1960), de José Mª Forn, La rosa roja (1960), de C. Serrano de Osma, Regresa un desconocido (1961), de J. Bosch, La cuarta ventana (1961), de Julio Coll, Carta a una mujer (1961), de Miguel Iglesias, El último verano (1961), de J. Bosch, La boda era a las doce (1962), de Julio Salvador, Trampa mortal (1962) de Antonio Santillán, Senda torcida (1962), de Antonio Santillán, El mujeriego (1963), de Francisco Pérez Dolz, Isidro el labrador (1963), de Rafael J. Salvia, Vida de familia (1963), de José Luís Font, La barca sin pescador (1963), de José Mª Forn, Una madeja de lana azul celeste (1964), de José Luís Madrid y Arriba las mujeres (1964), de Julio Salvador.