Abelardo Miguel López Leira


Categoría: Pintor
Fecha de Nacimiento: En 1918 (†En 1991)
Lugar de Nacimiento: Pontedeume (A Coruña)
 Currículum

Quinto de una familia marinera de once hermanos, Abelardo muestra desde niño unas excelentes aptitudes para el dibujo. En 1934 obtiene el 2º galardón del certamen de pintura infantil en la Asociación de Artistas de Ferrol y en 1935 gana el 1º premio de Dibujo en la Coruña, que le hará obtener una beca en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1936.
En 1950 decide reanudar sus estudios superiores de pintura en San Fernando, que finaliza en 1956. Viaja a Italia pensionado en la prestigiosa Escuela Española de Arte de Roma y para completar su formación amplia sus estudios en París y Holanda. La década de los 50- 60 será su década más activa en cuanto a salidas y exposiciones en todas las capitales gallegas, Madrid, Bilbao, León, Salamanca y capitales lusas como Oporto y Lisboa, caracterizándose por un éxito rotundo de público y ventas.
Configura su estilo basándose en sus excepcionales cualidades técnicas poniéndolas al servicio de una excepcional captación de su realidad mágica y su intensa identidad gallega., Abelardo es un gran creador. Recoge influencias del pasado con un filtro post impresionista de tradición cezannesca logrando una obra de acusada individualidad dentro de la figuración Su temática es predominantemente marinera... desde sus característicos bodegones, a las marinas, sus retratos colectivos, y sobre todo en sus magníficas conjunciones de paisajes y hombres.
Abelardo es uno de los pintores que mejor ha retratado la esencia de la Galicia marinera. Sus retratos, con modelos arrancados de la entraña del pueblo, plasman por igual a hombres, mujeres y niños dedicados al mar. Sus retratos colectivos recogen con maestría y originalidad la mejor tradición barroca holandesa de retratos de colectivos profesionales. Sus paisajes marineros recogen la antorcha de los paisajistas coruñeses Corral, Bello y Abelenda decantándose por atmósferas de cielos luminosos que conjugan su colorido azul con el verde de las aguas de las rías gallegas.
Abelardo destaca como el mejor pintor de bodegones gallego del siglo XX, alternando bodegones de caza o flores, con otros de tierra y mar de técnica prodigiosa, sublimando lo vulgar con el ropaje de lo poético, con la innovación de sacarlos al aire libre e integrarlos con fondos de paisaje marinos.
Sus obras son completamente singulares, es creador de un estilo completamente único y de esta conjunción de creación y excelencia técnica surge el genio del artista. Extraordinario dibujante y colorista excepcional, Abelardo muestra un gran dominio de la técnica en todos los temas, tratándolos de una forma muy original y sugerente, siendo la excepción que aparezcan los temas de forma aislada, ya que tiende a una simbiosis singular, como un género mixto.
Es creador de unos arquetipos iconográficos que repite a lo largo de toda su carrera: la “peixeira”, la mariscadora, el anciano pescador, los “feirones”, los bodegones marineros...que serán claves del sello que identifica tan claramente sus óleos. Sin embargo Abelardo no es un pintor folklorista, va a la esencia del pueblo gallego, de ahí su gran valor en el debate actual en torno a la existencia de un arte de identidad.
Las obras de Abelardo Miguel tienen hoy un valor añadido a la esencia de su pintura…, su importante valor antropológico. Son testimonio de una realidad histórica ya desaparecida, con la creación de arquetipos laborales propios de una sociedad ancestral, con unas relaciones específicas lúdico-laborales que se plasman en toda su pureza. Abelardo es cronista de ese mundo de la Galicia agropecuaria y de artesanos marineros, de mujeres recias y aguerridas que trabajan con sus manos, de fiestas y ferias de paisajes idílicos de mar y montaña, una realidad etnológica y geográfica hoy extinguida.
Es importante señalar la excepcional incursión del pintor en el tema mitológico, en el proyecto cooperativo de Santa María de Castro, para el que realizará en 1960 un complejo programa iconográfico basado en la Galicia arcádica, descubierto en 2006 por su biógrafa María Fidalgo.
No abandonó la pintura hasta Marzo de 1991, fecha en la que muere en Pontedeume.
En 2003 la Corporación municipal eumesa le concede la medalla de oro al Mérito Artístico.
Su proyección fue muy limitada porque nunca buscó el apoyo de la intelectualidad que encumbró a pintores de salón, se centró en Pontedeume y no se prodigó en asistir a eventos sociales, ni se vinculó a camarillas o grupos artísticos de renombre, y a su muerte fue olvidado. Todavía hoy es un gran desconocido en la Historia del Arte gallego, no existe apenas bibliografía sobre él, algo sorprendente en tanto que se trata de un artista con logros realmente significativos de un valor incuestionable y está aún pendiente la difícil catalogación de su obra, ya que el millar de lienzos que pintó se hallan en colecciones particulares.

 Obras realizadas

EXPOSICIONES Y PREMIOS
Pese al enorme éxito de sus exposiciones de la década de los 50 y 60 (Oporto, Centro Gallego de la Habana, Bienales de Salamanca, Oviedo, León, Lisboa, Lugo, Orense, Santiago, A Coruña y Ferrol), rehuía la asistencia a certámenes y premios, aunque obtuvo galardones como el 1º Premio y 1ª Medalla en la Feria del Mar en 1961 y la 1ª medalla de la Exposición Cara al Mar en 1973.
 

 Otros datos de interés

BIBLIOGRAFÍA
-Fidalgo, Manuel Luis: "Abelardo Miguel nació pintor en Pontedeume", Ferrol Diario, 1958.
-Leyra, J.: Pintura Ferrolana. SAF, 1987.
-Fidalgo Casares, María: "Abelardo Miguel", Gran Enciclopedia Gallega, 2006.
-Fidalgo Casares, María: "El programa iconográfico de Abelardo Miguel en la Cooperativa de Santa María de Castro", Revista Cátedra, 2007.
-Fidalgo Casares, María: "Abelardo Miguel, pintor de Pontedeume" (próxima publicación).