Fue miembro de la "Sociedad Económica de Compostela" y diputado en las Cortes de Cádiz. Al terminar la Guerra de la Independencia, fue nombrado secretario de la Inquisición de Santiago y encarcelado al restablecerse el régimen liberal en Galicia, en 1820, fugándose de su prisión en el convento de Santo Domingo de A Coruña.
Algunas de sus obras más importantes son: Discurso razonado (en el que defendía la Inquisición y atacaba a sus detractores), Elegía a Carlos III, etc.